9 de octubre de 2012

Lo Que Aprendí del 7 de Octubre




Yo vote por mi país, yo soy Venezuela
Hoy es 9 de octubre. Quizás aún muy pronto para decir todas las cosas que pude haber aprendido de este proceso electoral que acaba de pasar apenas hace 48 horas. Sin embargo, en estos 2 días mis emociones han sido tantas que siento que han pasado 6 meses ya. 

Tenía la ilusión, como muchos, de que existiría un gran cambio en Venezuela para este momento. Confieso que siempre creí en el flaco. En el momento de las primarias, a pesar de su torpeza para dar discursos, voté por él. Sentí que estaba claro en que más que palabras tendría hechos para demostrar lo que había hecho hasta el momento y que el resto de Venezuela se daría cuenta de que sus propuestas tendrían fundamento. 
No me imaginé que se iba a terminar convirtiendo en ese gran líder que tanto estábamos esperando. Su proyecto completo me enamoró: una propuesta para cada sector y para cada problema clara, concisa y con los pasos necesarios para lograrla. Su discurso me emocionó ya que sentí que al fin alguien estaba hablando realmente del corazón. Confieso que pensé que realmente iba a ganar. Me lo imaginaba como nuestro Mandela criollo que iba a entrar a unirnos a todos, pues tanto así lo repetía.

Lo que me doy cuenta ahorita es que aunque el país necesita un cambio, quizás muchos de nosotros aún no estamos listos para el flaco. Me doy cuenta de estoy hoy, a 2 días de la derrota. El odio que sale del teclado de las personas es quizás peor del que existía antes. Ahí es donde veo el problema más grande: qué fácil es querer ser tolerante en la victoria y qué difícil es aplicarlo en la derrota.

Es hora de ver más allá de la burbuja y reconocer que Venezuela no está solamente en las ciudades grandes. Venezuela se conoce recorriendo carreteras de tierra y subiendo escalones de concreto. Aquí estamos todos. Una parte que está con Chávez y otra que ahora está con Capriles. Es hora de que los 2 lados nos reconozcamos unos a los otros. No podemos seguir escupiendo odio e intolerancia de nuestras bocas. Sí. Los 2 lados lo hacemos. Podemos acusar mil veces a los demás diciendo que son ellos sin darnos cuenta de que somos culpables de lo mismo.

Tenemos que empezar además a entender al chavismo. No todo el chavismo es gente sin valores que son una cuerda de resentidos al igual que no toda la oposición es gente honesta y transparente. Porque algunos líderes o voceros actúen de una manera no significa que todos sean así. Que la gente haya elegido a Chávez de presidente de nuevo no significa que prefieren la violencia antes que la paz. Significa que creen que Chávez y su gobierno puede resolverles sus problemas. Así no lo haya echo en 14 años, hay que respetar que ellos creen genuinamente en él. Basta de descalificaciones y de odio.

En 3 meses Henrique Capriles hizo todo lo humanamente posible para conquistar a Venezuela. No estoy de acuerdo con él en que la derrota fue suya. Flaco, la derrota también fue nuestra. Claramente no entendimos qué significaba ser tolerante y amar a todos como hermanos. No entendimos que TODOS, absolutamente todos, somos venezolanos y merecemos vivir en este país. No podemos seguir destruyéndonos y tapándonos los oídos para no escuchar. 

Yo quiero ser escuchada. Quiero pedirle al presidente que gobierne para mí también. Pero ahora entiendo que tengo que escucharlos a ellos también. Entiendo que no puedo seguir peleando contra algo que no tiene forma de resolverse con gritos. Es por eso que siento que debemos partir de lo que tenemos en común todos para empezar a dialogar: la vinotinto, las arepas, las gaitas, el Miss Venezuela..lo que sea que nos haga comenzar una conversación en paz.

También comprendí que es muy fácil ver todo lo que ocurre desde el televisor o desde twitter. Es muy fácil dejar a otros hacer el trabajo y después decir 'ufff le echamos un cerro.' Entendí que ir a una marcha no es suficiente y que ir a votar es un deber, no es un esfuerzo sobrehumano que hice por el país.


Si queremos cambiar a Venezuela, nuestras acciones deben cambiar. Debemos salir a la calle para enfrentarnos con nuestra realidad. Reventar esa burbuja y empezar a conocer a Venezuela de verdad. Salir a ayudar y a regar ese mensaje del flaco de la tolerancia. Educar, educar, y educar a la gente que siento que lo necesita. Pero entender que yo no soy maestra tampoco y también hay cosas que aprender de ellos. Es una tarea titánica, pero tenemos que hacerlo como venezolanos. Es hora de comenzar la reconciliación que nos pasará de 45% y 55% a un 100% de Venezuela. El camino lo hacemos nosotros. El camino lo hago yo. El camino lo haces tú.  



Los invito a ver a mi Venezuela (mi familia) en uno de mis posts, son parte importante y por lo que sigo luchando cada día 

5 comentarios:

  1. Muy bien, excelente todo lo que aprendiste y lo que enseñas con tu reflexión. Tu mensaje debe ser difundido, en esencia lo que explicas es un mensaje de esperanza y unión, dos cosas en mi opinión vitales para un país.

    Saludos..

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  2. Valiosisima reflexión Fabi, ninguno de los bandos puede pretender dominar y aplastar al otro, la unica manera de avanzar es juntos, sino quedaremos dando vueltas en circulos por siempre. Abramos los ojos ante la realidad del país, mientras más rápido lo hagamos, más rapido podremos trabajar sobre eso. Ya Capriles marcó el camino, ahora apoyemoslo y apliquemos el RESPETO y la TOLERANCIA
    EB

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  3. Que buenas palabras Fabi. Es así! El cambio no se hace hablando pestes del gobierno en una cafetería. Creo que muchos lo hemos entendido. Qué bueno :)

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  4. Fabi estoy 100% de acuerdo contigo. Debemos APRENDER, ENSEÑAR e INVOLUCRARNOS. Sobre todo involucrarnos (en lo político y en actividades de responsabilidad social) porque ahí encontramos espacios para enseñar y aprender. Estoy seguro que al menos 2 personas(de las casi 50 del salón) trabajamos de forma voluntaria como testigos de mesa y en el centro de totalización de la MUD (representamos menos del 5% del salón IESA, valga decir menos del 5% de los futuros líderes y gerentes del país). Sin embargo leí más de 15 mensajes de personas del salón con quejas, depresiones y optimismo (más del 30% del salón!!). 5% trabaja y más del 30% opina/se queja. Esto no es un reproche, todo lo contrario, es una invitación (como tú dices) a aprender, enseñar e involucrarse. Votar no es suficiente, marchar no es suficiente, donar "alguito" a una fundación de RSE tampoco es suficiente. Hay que involucrarse con el país y sus problemas si queremos algo mejor. Hay miles de formas para ayudar y estoy a la orden si alguien quiere ser voluntario (en actividades políticas o de responsabilidad social).

    Saludos y gracias por tus palabras Fabi,
    Edduardo Marchán

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  5. Fabi, que buena reflexión!, es un poco difícil porque sin querer todos nos hemos llenado de resentimiento pero la verdad es que no podemos caer en lo que tanto criticamos y debemos ser parte del ejemplo y poner ese granito de arena ese es una parte del trabajo que no toca hacer...

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